Alfred Kärcher fue uno de los muchos inventores y empresarios, junto a otros como Robert Bosch, Gottlieb Daimler o el conde Zeppelin, que vio nacer Wurtemberg desde principios de la industrialización. Luchó con gran entusiasmo por llevar a cabo sus ideas. En 1924, con 23 años, finalizó sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Stuttgart y comenzó a trabajar en la sociedad de representación de su padre, que transformó en una oficina de proyectos. En 1935, el ingeniero fundó su propia empresa en Stuttgart-Bad Cannstatt para desarrollar y llevar al mercado sus propias ideas de productos en el sector de la tecnología de calefacción. Alfred Kärcher diseña y construye según su propia patente, entre otros, el llamado «horno de baño de sal de Kärcher» para el recocido de acero y el endurecimiento de metal ligero en la industria.
En 1939 tuvo lugar el traslado a Winnenden, que sigue siendo a día de hoy la sede central de la empresa familiar. En aquella época también se fabricaban calentadores para motores de aviones y calefactores de cabinas. Tras la Segunda Guerra Mundial, la empresa se centra en productos destinados a suplir las necesidades diarias más apremiantes: hornos circulares, hornillas, carretillas de mano y remolques de tractores.
Alfred Kärcher alcanzó el éxito en la técnica de limpieza en 1950, con el desarrollo de la primera limpiadora europea de alta presión con agua caliente (el proyector de chorro de vapor «DS 350»). El diseño del sistema de calentamiento del agua fue tan innovador que todavía hoy continúa siendo la base de todos los quemadores.
Como tantos otros, tampoco Alfred Kärcher llegó a ser testigo del éxito mundial de su innovación. Cuando murió el 17 de septiembre de 1959, a la edad de 58 años, su mujer Irene asumió el mando de la empresa y la dirigió durante tres décadas. Sus hijos Johannes Kärcher y Susanne Zimmermann von Siefart son actualmente la segunda generación al frente de la empresa familiar.
En 1962, Kärcher funda su primera filial extranjera en Francia, seguida de Austria y Suiza. El proceso de internacionalización se produce de manera consecuente. En 1975, Kärcher abre una planta en Brasil; diez años después, la empresa ya cuenta con 16 compañías distribuidoras, también en Norteamérica, África y Australia. En 2012, Kärcher se encuentra presente en 57 países con sus propias filiales y produce en el extranjero el 85% de su facturación. Para garantizar un suministro continuo a los clientes de todo el mundo, existen 40 000 puntos de servicio en más de 190 países.
En 1974, tras una fase de diversificación, Kärcher se concentra en la limpieza con alta presión. Durante esta fase, también se produce el cambio de color de los equipos del azul al hoy mundialmente conocido amarillo de Kärcher. En 1980, la empresa amplía su gama de productos como respuesta a las necesidades básicas de limpieza, inicialmente en los campos de aplicación del transporte y los edificios. La oferta se incrementa paulatinamente con aspiradores en seco y en húmedo, barredoras y fregadoras-aspiradoras, instalaciones de lavado de vehículos, limpiadoras de vapor y detergentes, así como con depuradoras de aguas residuales e instalaciones de potabilización del agua.
Entre los hitos de la historia de Kärcher, figuran la introducción de la primera limpiadora de alta presión portátil HD 555 profi en 1984 y la consiguiente llegada al mercado del consumidor final. En 1993, esta gama de productos se amplía a la limpieza de interiores. Desde entonces, Kärcher ofrece también, por ejemplo, limpiadoras de vapor y aspiradores para hogares particulares. En el año 2003, se introduce en el mercado el RoboCleaner* (robot de limpieza automática) RC 3000, el primer robot de aspiración totalmente autónomo del mundo. En 2007, Kärcher irrumpe en el sector en torno al jardín, de reciente creación, que comprende bombas para sistemas de riego, desagüe, alimentación de agua del hogar y una amplia gama de accesorios.
En el campo de la limpieza profesional, Kärcher es pionero en la introducción en 1986 de la tecnología de cepillos cilíndricos para fregadoras-aspiradoras. Gracias a una tobera giratoria desarrollada en 1995 (boquilla turbo), el efecto de limpieza de las hidrolavadoras de alta presión consigue llegar casi al doble. La recogida de polvo de los aspiradores en seco y en húmedo industriales experimenta mejoras continuas y, en 2007, se lanza al mercado la innovadora limpieza de filtros Tact. Asimismo, surgen nuevos procedimientos a partir de proyectos de limpieza mundiales. De este modo se restauraron las 284 columnas de travertino (una superficie total de 25 000 m²) de la Plaza de San Pedro de Roma con un procedimiento de pulverización desarrollado específicamente para ello. Desde 2009, Kärcher vende hidrolavadoras de ultra alta presión con las que no solo se puede limpiar, sino también sanear fachadas y eliminar restos de hormigón con más de 35,000 psi de presión. En el mismo año se introduce en el mercado una barredora municipal multifunción, y gracias a los dispensadores de agua se llega a nuevos grupos destinatarios.
La innovación sigue siendo el factor de crecimiento más importante. Solo en 2011, Kärcher introdujo en el mercado más de 100 nuevos productos. El líder mundial del mercado en técnica de limpieza seguirá distinguiéndose en el futuro por su ingenio, excelencia y innovadoras soluciones de problemas.
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